Cristina Molina Rosell, es actualmente profesora de Investigación y directora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA); profesora Asociado de la Universidad de Valencia; presidente de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC); miembro de la Sociedad Española de la Enfermedad Celiaca; Miembro de la American Association for Cereal Chemists International (AACCI); presidenta del Subcomité Cereales y Derivados de AENOR y representante español en los Comités Internacional (ISO) y Europeo (CEN) para la normalización en el ámbito de los cereales y derivados.
Su investigación se ha centrado en los alimentos y principalmente en el diseño, desarrollo y valoración bioquímica, tecnológica y nutricional de productos mejorados de cereales, habiendo dirigido decenas de proyectos de investigación nacional e internacional.
AETC.- ¿Podría explicarnos brevemente qué es la AETC y con qué fines se creó?
C.M.- En 1985, un grupo de técnicos coincidieron en un seminario de Harinas, organizado por la Dra. Carmen Benedito en el IATA de Valencia, movidos por la inquietud de adquirir conocimiento en el ámbito de cereales y harinas. Este hecho, fue quizás, el desencadenante de que varios de ellos promovieran años después la fundación de la AETC y con ella la actividad de analizar la calidad de las cosechas de trigo, a través del denominado grupo de Trigos. Dicha actividad surgió porque algunas de las empresas donde trabajaban estos técnicos ya realizaban una encuesta de calidad de las sucesivas cosechas de trigo. Este Grupo de Trigos hizo públicos sus primeros datos en una Jornada Técnica celebrada en Jerez en 1989, lo que fue el origen de las actuales Jornadas Técnicas de la AETC. A partir de este Grupo de Trigos, nace en 1992 la Asociación Española de Técnicos Cerealistas.
Desde AETC se persigue promover la cultura de la calidad a lo largo de toda la cadena de producción de los cereales y, por este motivo, quisimos que todos aquellos agentes implicados en esta tarea (técnicos, científicos y empresarios) en nuestro país encontraran un foro y punto de encuentro como miembros de la asociación. La Asociación está integrada por distintos grupos de trabajo focalizados en los diversos temas de interés para la comunidad cerealista, en ellos sus participantes pueden compartir el conocimiento y trabajar conjuntamente. Además, promovemos estudios, cursos y jornadas formativas que sirvan de ayuda a los profesionales del sector, y en definitiva, dar respuesta a todas las inquietudes que plantea el sector.
AETC.- ¿Cuántos socios tiene la AETC y de qué perfil?
C.M.- En la actualidad contamos con 70 socios, entre los que se encuentran empresas, pero también técnicos y científicos independientes. Se trata de englobar profesionales de la cadena Trigo-harina-pan, desde agricultores, transformadores y harineros, cooperativas, laboratorios de control y análisis públicos y privados, transformadores de harinas y de sus derivados, empresas de servicios, académicos e investigadores y también consumidores.
Para nosotros esta diversidad es clave, ya que son, las diferentes aportaciones de todos los miembros las que enriquecen la investigación e innovaciónde este sector, que para la AETC es un objetivo prioritario.
AETC.- ¿Cuáles son los principales proyectos en que se encuentra inmersa la AETC actualmente?
C.M.- La actividad de AETC se articula a través de los grupos de trabajo en los que participan nuestros socios. En la actualidad contamos con cuatro grupos dedicados a un mejor funcionamiento en distintas partes de la cadena, pero esperamos que se incrementen en el futuro, porque el sector está experimentando una gran transformación en cuanto a sistemas agrícolas, granos para la obtención de harinas, sistemas de producción y productos derivados de los mismos, todo ello motivado por los cambios de tendencias en consumo y estilos de vida.
Por ejemplo, el Grupo de Métodos de Análisis e Interlaboratorio nace como organismo de autocontrol para los laboratorios que trabajan en la elaboración de la Encuesta de Calidad de los Trigos y se ha convertido en una referencia a nivel nacional como promotor del Circuito Español de Cereales. Por su parte, el Grupo de Trigos es el encargado de controlar todo el proceso de elaboración de la encuesta anual, desde la recogida de muestras y su análisis hasta la interpretación de los datos.Por último, el Grupo de Molinería ACTME se crea para buscar una mayor eficiencia y calidad en los procesos de molinería, así como un ahorro en los costes. Asimismo, el Grupo de Panificación se centra en identificar los avances en la transformación de harinas para la obtención de productos derivados, como panes diversos, bollería, galletería, etc.
La organización, seguimiento y ejecución de la encuesta de calidad de los trigos de España es sin duda, otra de las actividades principales de AETC y los resultados se presentan en las Jornadas Técnicas que organizamos cada año. Se trata de un estudio en el que se define la calidad de la cosecha de trigo obtenida anualmente en las distintas comunidades autónomas, así como las variedades más cultivadas y la pureza varietal de lo que se comercializa. Esta encuesta se realiza en colaboración con la Fundación Española de Cereales y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Este año, además, estamos apostando por un contacto más directo con nuestros socios para conocer y responder a sus inquietudes a través de la participación activa en los grupos de trabajo. Para ello, hemos renovado nuestra web, hemos puesto en marcha un grupo de debate en LinkedIn y contamos con mayor apoyo externo en materia de comunicación.Todas estas iniciativas queremos ofrecerlas a todos los profesionales y empresas interesadas.
AETC.- Se encuentran trabajando ya en la Encuesta de Calidad de los Trigos de España de 2017. ¿Cómo prevén los resultados de la cosecha de este año?
C.M.- Actualmente, los laboratorios que colaboran con nosotros se encuentran validando las metodologías y equipos previamente al análisis y recogida de datos. Respecto a los resultados, lo que podemos anticipar es que la sequía ha tenido bastante impacto sobre las cosechas de este año. De hecho, se espera que la cosecha de variedades de invierno sea entre un 30% y un 40% inferior a la de 2016. El año pasado se recolectaron 19,3 millones de toneladas y este año las estimaciones oscilan entre los 9,5 millones de toneladas que prevé ASAJA y los 13,4 millones de toneladas que estiman los propios almacenistas de cereal.
Por zonas, la más afectada es la Meseta Norte, donde se prevé la pérdida de entre el 80% y la totalidad de la cosecha. Por el contrario en Andalucía tan solo se estima la pérdida del 15% de la producción, ya que las condiciones climatológicas han sido más favorables.
AETC.- También están preparando una nueva edición de sus Jornadas Técnicas. ¿Qué novedades traerá esta edición?
C.M.- Este año celebramos la vigésimo novena edición de nuestras Jornadas Técnicas y tras años de celebración en Madrid, vamos a recuperar nuestro espíritu de acercamiento a las zonas cerealistas. El lugar elegido ha sido Valladolid, ya que Castilla y León es una zona de gran importancia para la producción de cereal.
Las jornadas tendrán lugar los días 7 y 8 de noviembre en la Feria de Valladolid y allí contaremos con profesionales de empresas agroalimentarias, consultores y asesores, harineras, centros tecnológicos y de investigación, laboratorios, universidades y también representantes de la administración pública. Como en ediciones anteriores, podremos disfrutar de un cuidado programa de dos días en el que confluyan las últimas tendencias y avances en el sector de la producción, primera y segunda transformación, además de interaccionar con expertos y profesionales que generen inquietudes y/o nuevas oportunidades de negocio y colaboración.
AETC.- AETC cumple 25 años, ¿qué balance hacen de este primer cuarto de siglo? ¿Cuáles son los retos que se plantean para el futuro?
C.M.- En general,nos sentimos satisfechos con la evolución de la asociación y con el trabajo que desarrollan nuestros miembros en los diversos grupos de trabajo, pero conscientes de los cambios actuales y nuevos retos, hemos estado trabajando en desarrollar los instrumentos y mecanismos necesarios para ofrecer un mayor y mejor servicio a nuestros asociados y a todo el sector de los cereales y las harinas.
A lo largo de estos 25 años el sector ha cambiado mucho, especialmente en lo que se refiere a la introducción de innovaciones tecnológicas y nueva maquinaria. La razón de ser de la AETC es apoyar y guiar al sector de los cereales en esta evolución, para que las empresas puedan incorporar el nuevo conocimiento a su actividad y de esta forma ser más eficientes y competitivas.
Todo el sector agroalimentario se encuentra en un momento crucial de profundos cambios que configurarán la alimentación del futuro. Pienso que es básico utilizar la innovación y el conocimiento disponible y realizar una transferencia efectiva de los mismos para avanzar hacia una producción más sostenible medioambiental, social y económicamente. También existe una importante tendencia hacia la alimentación personalizada para dar respuesta a necesidades específicas de distintos grupos de población, derivadas de intolerancias o asociadas a etapas de crecimiento, lo que está motivando una gran actividad de I+D+i, que es importante divulgar y comunicar a los profesionales, empresas y consumidores.
Desde AETC trabajamos siempre con estos objetivos en el horizonte, ya que suponen una mejora en la competitividad de las empresas, pero también una forma de ofrecer a los consumidores productos innovadores y de calidad que satisfagan sus necesidades y demandas.
Redacción AETC